Guerra Rusia y Ucrania
La guerra entre Rusia y Ucrania cumple 22 días y Manuel Muñiz, provost y decano de la Escuela de Asuntos Globales y Públicos de IE University, señala los posibles escenarios en los que puede derivar el conflicto.
Hay ciertas cosas que podemos saber y concluir de cómo están procediendo las operaciones militares sobre el terreno y de sus implicaciones fuera de Ucrania. Lo primero que sabemos es que las operaciones no están procediendo a la velocidad y con la eficacia que hubiese querido el ejército ruso, están siendo sustancialmente más complicadas.
La capital está aguantando las embestidas de las fuerzas armadas rusas
La propia capital está aguantando las embestidas de las fuerzas armadas rusas. La resistencia ucraniana está siendo muy significativa y decidida, en parte gracias al liderazgo del Gobierno ucraniano, pero también por la propia determinación y claridad de propósito que tiene la población y las fuerzas armadas ucranianas.
El impacto de la guerra en la economía rusa
La respuesta europea, occidental y global ha sido muy contundente, probablemente más de lo que habíamos anticipado hace dos o tres semanas. Se ha visto en la escala, la velocidad y la amplitud de las sanciones económicas que se han aplicado sobre la economía rusa. También lo sabemos por las campañas de donación y las operaciones de dotación de armamento y de recursos para la defensa de las fuerzas armadas ucranianas por parte de múltiples países y por la ofensiva diplomática.
Hace unos días, en la asamblea general de las Naciones Unidas más de 140 países condenaban la invasión, en un hito que prácticamente no tiene precedentes en la historia de la ONU. Este frente está teniendo un impacto muy clave en la economía rusa.
Posibles escenarios del conflicto
El escenario central sigue siendo una campaña militar prolongada, altamente destructiva, con muchas bajas militares y civiles en Ucrania. Si la ocupación por parte de Rusia se produce será muy cruenta y difícil de sostener en el tiempo con una resistencia doméstica muy fuerte. A estos hechos les va a acompañar una presión creciente para desmontar el resto de interdependencia económica que tengamos con Rusia los países occidentales, tanto en el ámbito energético, comercio, cultural, académico y en muchos otros.
Hay otro que empieza a abrirse en estos momentos y es que la negociación entre las partes produzca un cierto resultado. En parte, obligada Rusia por la dificultad de la campaña sobre el terreno y por la presión económica y diplomática a aceptar unos objetivos inferiores a los que tenía de partida, construir una narrativa de un éxito relativo y que eso produzca una paz razonablemente estable en Ucrania con una retirada de las fuerzas rusas de la mayor parte del territorio ucraniano.
Creo que esta es una opción en estos momentos todavía menos probable que la principal. Tenemos un periodo por delante de continuación de las hostilidades, de las bajas y del sufrimiento en Ucrania y tendremos que prepararnos para seguir ampliando el abanico de medidas y produciendo sanciones punitivas que desincentiven a Rusia a la hora de continuar esta campaña.