ASÍ LO VIVIMOS
"Vivo como un hombre muerto. Estoy marcado. Esa gente de la calle 116 y ese hombre de Chicago. El problema mío se resolverá con muerte y violencia". Días después de que Malcolm X pronunciara estas palabras en un hotel de Harlem era asesinado. Considerado por muchos como uno de los mayores símbolos de la lucha racial de todo el siglo XX, era trasladado al centro médico de Columbia, donde más tarde moría debido a las heridas de bala.
Thomas Hagan, la única persona que admitió ser el autor de los disparos, salía de la cárcel en 2010. Miembro radical de la Nación del Islam, tenía 22 años cuando cometió el crimen. Intentó huir, pero al multitud se lo impidió y fue detenido a la salida del recinto. "Me arrepiento de haber participado en algo que nunca debió ocurrir" llegó a admitir antes de que se decretara su puesta en libertad.
Malcolm Little, más conocido como X, para algunos era un firme defensor de los derechos de los afroamericanos. Sin embargo otros lo acusaban de racista y de alentar a la violencia. A pesar de esto, el activista dejaba tras su muerte frases que permanecen aún en el recuerdo de muchos. "Si no luchas por algo, morirás por nada", "La educación es el pasaporte hacia al futuro", "No puedes tener capitalismo sin racismo" o "Cuando las personas están tristes no hacen nada. Cuando están enfadadas provocan el cambio", son solo algunas de ellas.