Invasión rusa en Ucrania
Las madres de los movilizados al frente exponen la necesidad de nuevos uniformes, comida caliente, subsidios o ofertas profesionales tras participar en la guerra.
Las madres de los jóvenes rusos movilizados consiguen que sus compatriotas escuchen las pésimas condiciones en las que son mandados al frente. Se quejan de que sus hijos no tienen lo necesario para luchar en la guerra en Ucrania.
A diferencia del viernes, el presidente ruso, Vladímir Putin, no se ha asistido a la reunión celebrada en San Petersburgo para exponer estas quejas. Putin intentó reconfortar a las mujeres a las que prometió solucionar los problemas de abastecimiento que afrontan miles de militares.
"Nosotros, como ustedes han dicho, debemos lograr nuestros objetivos. Y los lograremos. Sin ninguna duda", aseguró Putin
Sin embargo, continúan las protestas. "Los heridos regresan, sí pero no se les tratan sus conmociones cerebrales, no hay neurocirujanos", cuenta una madre. "Mi hijo ha ido a Jarkov, y ahí no tienen prismáticos, ni plásticos para cubrir los refugios" denuncia Olga, otra de las madres.
Exponen la necesidad de nuevos uniformes, comida caliente, subsidios o ofertas profesionales tras participar en la guerra.
"El mundo nos mira y no es posible que el país más grande del planeta no tenga calcetines, mudas, médicos, inteligencia o comunicaciones para cuidar a nuestros hijos" ha concluido el político de la oposición, quien sí se ha reunido con las madres de los soldados.
Aumentan las protestas
El Ministerio de Defensa de Reino Unido asegura que los reservistas convocados bajo la movilización parcial enfrentaron una multitud de problemas. "Su despliegue a menudo se caracteriza por la confusión sobre la elegibilidad para el servicio, la capacitación y el equipo personal inadecuados", indica un informe.
"La mayoría de los reservistas movilizados, aunque no todos, han servido anteriormente y numerosos ejemplos sugieren que es muy probable que no se revise adecuadamente el estado médico de los reservistas", se indica. Es por ello, explica el Ministerio de Defensa, que las familias pueden estar dispuestas a arriesgarse a ser arrestadas para expresar su malestar mediante las protestas.
"Es probable que al Kremlin le preocupe que un número cada vez mayor de familias de reservistas estén dispuestas a correr el riesgo de ser arrestadas al protestar contra las condiciones en las que sirven sus familiares", aseguran.