EN REINO UNIDO
La pequeña Khyra, de siete años, fue encontrada muerta en mayo de 2008. Estaba esquelética, había perdido el 40% de su peso corporal después de contraer una infección en el pecho.
Vivía con otros cinco niños y a todos les daban de comer porciones diminutas, y en numerosas ocasiones ni siquiera comían. Además, Khyra fue obligada a permanecer en la calle a muy baja temperatura y en ropa interior.
En su defensa, el padrastro de la niña dijo que les trataban de forma tan estricta "para que respetaran a sus padres". Tanto la madre como el padrastro fueron condenados a 15 años de prisión, pero ella acaba de salir habiendo cumplido siete años de pena,según informa Metro.
"Khyra era una niña muy brillante, llena de vida y llena de vida. Ese es el único recuerdo que tengo de ella, aparte de cuando tuve que identificarla en el hospital", dice el padre de la niña.