EN CALIFORNIA

Una madre y su novio torturan hasta la muerte a un niño de 10 años y maltratan a sus otros seis hermanos

Les obligaban a estar arrodillados sobre arroz, les ponían salsa picante en la cara y la boca, eran azotado con un cinturón, zarandeados bocabajo, privados de comida y obligados a no ir al baño y les ponían la cara en el pis si no aguantaban. Además, se estudia si el asesinato del niño estuvo relacionado con su confesión de que le gustaban los chicos.

A pesar de registrar varias llamadas durante más de dos años, los trabajadores de bienestar infantil de California no llegaron a la conclusión de que hubiera abuso en la casa de un niño de 10 años cuya madre y padrastro ahora se enfrentan a las acusaciones de tortura y asesinato del menor, de acuerdo con los documentos del gran jurado recientemente publicados.

Entre las personas que llamaron para denunciar presuntos abusos se encontraban una guardería, un subdirector y el tío del niño asesinado, Anthony Avalos, según las transcripciones del gran jurado en el caso que se hicieron públicas el lunes, recogidas por KNBC, KTTV, WLS y Los Angeles Daily News.

Según los documentos del gran jurado, DCFS dijo que asignó no menos de 12 trabajadores sociales para trabajar con Anthony y su familia durante un período de tres años y medio, pero que no había habido nuevas acusaciones en los 18 meses anteriores a la muerte de Anthony el 21 de junio de 2018 - y que la familia ni siquiera estaba siendo estudiada durante ese período. Sin embargo, la Oficina de Protección Infantil de Los Ángeles revisó cómo DCFS había estudiado el caso de Anthony y dijo que la pregunta de si el caso fue manejado adecuadamente "no puede ser respondida".

Anthony murió después de haber sido encontrado inconsciente un día antes de su muerte en la casa de su familia en Lancaster, California, a las afueras de Los Ángeles, donde él y sus seis hermanos menores vivían con la madre de Anthony, Heather Barron, de 29 años, y el novio con el que vivía, Kareem Leiva, de 32 años.

Fue Barron quien llamó por primera vez a emergencias el 20 de junio diciendo que Anthony estaba herido. Ella afirmó que había sido se había caído, según el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles. Sin embargo, los fiscales creen que lo que su hijo soportó fue mucho peor: años de abuso hasta el final de su vida.

Barron y Leiva, arrestados en junio, están acusados de un cargo de asesinato y otro de tortura por la muerte de Anthony y un cargo de abuso infantil por la supuesta paliza al hermano menor del niño, aunque ambos se han declarado inocentes y siguen encarcelados bajo fianza de 2 millones de euros por persona. Leiva enfrenta un cargo adicional de asalto mortal a un niño.

No queda claro por qué ocurrió el supuesto abuso mortal de Anthony, aunque los funcionarios de DCFS han sugerido que podría ser debido a la sexualidad percibida de Anthony después de que supuestamente declarara que "le gustaban los chicos". Otra teoría era que Anthony tenía como padre otro hombre que no era Leiva, a diferencia de los otros hijos de Barron.

El tío de Anthony, David Barron, hermano de Heather Barron, le dijo anteriormente a PEOPLE que no sabía si su hermana o su novio sabían si Anthony les había dicho a otros que "le gustaban los chicos", pero alegaba que el abuso generalizado en el hogar parece apuntar a algo más endémico.

Horrible testimonio de los hermanos

Además de las llamadas hechas a la agencia de asistencia social, los documentos del gran jurado recientemente muestran el testimonio de dos de los hermanos de Anthony. Su hermano de 7 años testificó que era forzado a pelear con su hermano hasta que lo lastimaba, a veces con la madre y el novio de Anthony en la habitación mirando.

La hermana de Anthony, de 8 años, explicó que Leiva también hacía que los niños se golpearan entre sí. Así alegó que su madre y Leiva la maltrataron a ella, a Anthony y a otro hermano. Ambos adultos los castigaban haciendo que los niños se arrodillaran sobre el arroz, y Leiva a veces usaba su pie para presionar sus rodillas, causando que sangraran y después les obligaba a limpiarlo. Además, les obligaba ocasionalmente a permanecer de pie en un rincón durante horas después de regresar a casa del colegio.

Las autoridades alegan que, en los últimos cinco o seis días de su vida, Anthony sufrió una serie de castigos rápidos y prolongados, que incluían la aplicación de salsa picante en la cara y la boca, ser azotado con un cinturón en el cuerpo, las piernas, las nalgas y la planta de los pies, y ser sostenido repetidamente boca abajo y arrodillado sobre la cabeza. Asimismo, hay pruebas de que los niños fueron golpeados con cables eléctricos y tubos de vacío, así como con puñetazos. También se les negaba comida como castigo, y hasta se puso una alarma en su cuarto por si intentaban salir a hurtadillas en busca de alimento. Otro castigo habitual era prohibirles usar el baño y si se hacían pis les ponían la cara en él.

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