Cerca de Bruselas
Los vecinos de la ciudad de Zemst, al norte de Bruselas, alertados por el humo que salía de un garaje, llamaron a los servicios de emergencia, que encontraron los restos calcinados de una niña de dos años en una barbacoa.
Según los medios locales, los vecinos oyeron a la niña gritar poco antes de que comenzase el incendio. La madre, de 27 años, le dijo a los policías: "Ambas tuvimos que quemarnos vivas, sólo así entraríamos juntas en el cielo".
La madre fue ingresada en un hospital por intoxicación severa de monóxido de carbono. Debido a su estado físico y mental, todavía no ha sido interrogada por los investigadores de la policía.
La policía y la fiscalía están investigando si la niña estaba muerta antes de que su madre la quemase en la barbacoa. Aunque ya se le ha realizado una autopsia a la menor, la fiscalía de Halle-Vilvoorde aún no ha hecho públicos los resultados.
Según la psiquiátrica Hans Hellebuyck, si la madre decía que había iniciado el fuego porque solo los cuerpos cremados entran en el suelo, "es posible que esté mentalmente enferma". Aunque quiso aclarar: "No estoy diciendo que sea así, pero es algo a tener en cuenta".