Macron se reúne en el Elíseo con el heredero de Arabia Saudí, sospechoso de orquestar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi

Lo que hace unas semanas fue un choque de puños con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ahora ha sido un apretón de manos con el mandatario francés, Emmanuel Macron. El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, se ha reunido con el mandatario galo en el Elíseo. Macron ha mostrado un gesto de seriedad mientras eran fotografiados, lo que deja entrever la poca afinidad existente entre ambos tras las tensiones diplomáticas.

Todo viene a raíz del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, asesinado en el consulado saudí en Turquía, presuntamente por orden del príncipe bin Salmán. Khasoggi era un ferviente crítico del régimen implantado en Arabia Saudí, y se sospecha que el heredero saudí ordenó explícitamente su muerte. El propio gobierno saudí ha reconocido que el asesinato del periodista fue intencionado, pero asegura que bin Salmán no tuvo nada que ver con el crimen.

La CIA, tras recoger numerosas pruebas, dio por hecho que bin Salmán había estado implicado directamente en el asesinato y había ordenado la muerte de Khasoggi, pero Donald Trump, por entonces mandatario estadounidense, contravino esta teoría. Ahora, y tras la reunión que Biden ha mantenido con bin Salmán, Estados Unidos parece haber restado importancia al asesinato del periodista, priorizando las relaciones con Arabia Saudí.

Formalidades por una "cena de trabajo"

La reunión entre Emmanuel Macron y Mohamed bin Salmán ha despertado numerosas críticas en Francia, pero el Elíseo ha aclarado que el encuentro entre ambos tenía que ver por una "cena de trabajo". La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, ha defendido a Macron alegando que "comprendo a todos los que están atentos a las cuestiones de los Derechos Humanos y la libertad, y estos serán sin duda mensajes que el presidente de la República transmitirá a Mohamed bin Salmán".

Arabia Saudí es uno de los principales proveedores de petróleo del mundo, el cual se ha vuelto especialmente necesario en tiempos de escasez, motivado también por la guerra entre Ucrania y Rusia, que compromete el suministro de gas a Europa y que requiere otra clase de medidas para quienes no quieran depender del suministro enviado por los rusos, el cual, se teme, puede llegar a acrecentarse el próximo mes de otoño y dejar a muchos países en la cuerda floja.