LA CUMBRE DEL G7 ARRANCA EN ITALIA
Los líderes del G7 pasearon unos instantes por el municipio italiano de Taormina, donde se reúnen hasta mañana, pero lo hicieron sin el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que no caminó junto al grupo.
Disfrutaron de las calles de Taormina el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los primeros ministros de Japón y Reino Unido, Shinzo Abe y Theresa May, respectivamente.
Pudo verse cómo Trump permanecía mientras en el interior del teatro griego, rodeado de agentes de seguridad, y al abandonarlo, por separado del grupo del G7, se subió a un coche de golf para alcanzar un mirador. Allí le esperaban el resto de líderes, que llegaron a pie y disfrutaron desde una terraza del municipio de las vistas del mar Jonio y del imponente volcán Etna, el más grande y activo de Europa y que amaneció cubierto de nubes.
Trump se unió al resto de líderes, con los que intercambió algunas palabras, rodeados de numerosos agentes de seguridad, mientras que el centro de Taormina ha sido blindado y no se permite el paso a gente sin acreditación. Además fue el último líder en llegar a la inauguración oficial del G7, en el teatro griego, y durante el posado apenas conversó con sus socios.
Sí lo hizo sin embargo cuando se retiraban con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con el francés, Emmanuel Macron, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Este último, en una rueda de prensa por la mañana, advirtió que este G7 será "difícil" debido a las divergencias de sus líderes, entre los que se encuentra Trump, que recela del proteccionismo y que sopesa retirarse del Acuerdo del Clima de París.