PENSABAN QUE ERA UNA CÁMARA OCULTA
Quería ser actriz y modelo, pero el guionista la convirtió en asesina. A Siti Aisha, una joven indonesia de 25 años, le dijeron que rociara a su objetivo para gastarle una broma. Lo cuenta su madre: "Nos dijo que iba a actuar en un programa pulverizando perfume a la gente para sorprenderla".
Y así, con veneno en lugar de colonia, mató, sin saber lo que hacía ni a quién, al hermanastro de Kim Jong-un. Es la versión en la que creen las autoridades indonesias después de lo que ha explicado la joven este viernes, en la reconstrucción de los hechos en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Siti, con velo, ha vuelto a la terminal para demostrar que es inocente. Estaba en Malasia porque "le prometieron un trabajo en Malasia. Se fue allí por dinero".
Practicó varias veces junto a la otra mujer detenida, con pasaporte vietnamita, y que se alojó en este hotel cerca del aeropuerto, días antes: "Cuando llegó tenía el pelo largo, y cuando se fue lo llevaba más corto, se parecía a una cantante coreana".
Pero de espectáculo nada. Ambas siguen detenidas mientras se analiza el cadáver de Kim Jong Nam. Él, que se sabía perseguido por su hermano, dijo antes de morir que le habían lanzado veneno.