China
Las calles se han convertido en ríos cargados de escombros que se llevan todo a su paso, destrozando cables del tendido, dejando áreas enteras sin electricidad.
Las fuertes lluvias y las inundaciones llevan azotando a Pekín desde el fin de semana han causado la muerte de al menos 11 personas. Además, está provocando deslizamientos de tierra y arrastrando coches en las afueras de la ciudad. Las autoridades han emitido una alerta roja por la situación y confirmaron que se trata del diluvio más fuerte en años.
La intensa lluvia ha llevado a Pekín a cerrar atracciones turísticas como la antigua Ciudad Prohibida. Sin embargo, la peor parte se la han llevado los distritos exteriores de la ciudad, donde las fuertes lluvias han desbordado los ríos que suelen permanecer secos durante gran parte del año.
Las imágenes que nos llegan desde la capital del país gobernado por Xi Jinping son muy impactantes. Las calles se han convertido en ríos cargados de escombros que se llevan todo a su paso, destrozando cables del tendido, dejando áreas enteras sin electricidad. Muchas personas que se habían quedado atrapadas en medio del torrente han tenido que ser rescatadas con una grúa.
Este martes, el gobierno pekinés ha anunciado que, además de los 11 muertos en las inundaciones, incluidos dos trabajadores de rescate, faltan otros 27, lo que significa que el número de muertos podría aumentar de manera significativa.
Las alertas de emergencia en la capital china y en las provincias vecinas del norte de China advierten a los residentes sobre los peligros continuos, y se prevé que estas inundaciones se alarguen y no cesen en los próximos días.
Las lluvias "están marcadas por su larga duración, grandes acumulaciones de lluvia y altos peligros de desastre", ha explicado Fang Chong, meteorólogo principal del Observatorio Meteorológico Central de China, a una agencia de noticias estatal. Según ha detallado, el motivo que ha provocado este intenso fenómeno ha sido una masa de aire húmedo que fue empujada hacia el norte por el tifón 'Doksuri'.
Las autoridades de la capital china han indicado que se han evacuado a más de 127.000 personas para ponerlas fuera de peligro. A pesar de que se ha pronosticado una disminución de las lluvias, el gobierno de la ciudad ha advertido que los peligros no han pasado todavía. "Hay mayores riesgos de desastres secundarios como inundaciones, inundaciones repentinas en las montañas y deslizamientos de tierra inducidos por las lluvias continuas en la ciudad", alertó el gobierno de Pekín.
Pekín tiene una población de 22 millones y los recursos adicionales propios de su condición de capital del país. No obstante, la expansión de la ciudad ha reducido las áreas de drenaje natural, provocando desbordamientos a las carreteras y los vecindarios.