Reino Unido
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, se disculpa por los fallos en su política fiscal en una entrevista a la BBC, pero niega que vaya a dimitir. Mientras, crece la presión interna para que se marche.
El panorama político en Reino Unido sigue siendo un auténtico cóctel molotov. Con los laboristas y los nacionalistas escoceses pidiendo elecciones inmediatas, los sondeos son cada vez más desfavorables al Partido Conservador, que alcanzaría su mínimo histórico desde su fundación en el año 1834. Hasta ahora, el peor resultado jamás obtenido por los 'tories' fue en 1906, cuando obtuvieron 156 escaños. 116 años después, la mayoría de los sondeos creen que podrían bajar de la centena de actas en la Cámara de los Comunes.
Y, en medio de esa cruda situación, Liz Truss ha concedido una entrevista a la cadena BBC, donde ha querido disculparse por los errores en su política fiscal, que hundieron la libra esterlina a su peor nivel en más de medio siglo, y se llevó por delante a su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng. El sucesor de este último, Jeremy Hunt, ha dado marcha atrás en todas las rebajas fiscales y ha conseguido suavizar el temor de los mercados, hundidos desde el anuncio de Truss.
En su entrevista a la cadena BBC, la primera ministra no ha dudado en disculparse: "Reconozco que hemos cometido errores. Lo siento por esos errores, pero los arreglé". Por otra parte, asegura que no piensa dimitir de su cargo, atrincherándose con medio Partido Conservador en contra, y muy a pesar de los sondeos que auguran un batacazo electoral si ella sigue como líder de los 'tories': "Sigo comprometida con mi misión, pero tengo que realizarla de una forma distinta".
Los 'tories' cierran filas para forjar la caída de Truss
A pesar de que la primera ministra ha mostrado su intención de no dimitir, sus compañeros conservadores piensan de una forma muy distinta. La presión sobre ella es total, puesto que las posibilidades de una hecatombe electoral son cada vez más reales. De hecho, ya hay encuestas que sitúan al Partido Nacionalista Escocés en segundo lugar a nivel de parlamentarios, reemplazando a los conservadores en la oposición, y dejando a los laboristas con una holgada mayoría absoluta que podría superar los 500 escaños.
Mientras los conservadores piensan en el actual ministro de Defensa, Ben Wallace, o los antiguos candidatos a gobernar que fueron vencidos por Truss, Rishi Sunak y Penny Mordaunt, la división en las filas 'tories' sigue acrecentándose. La negativa de la primera ministra a dimitir hace que la herida interna sea mucho mayor y esté siendo tan difícil de sanar. Aunque todavía quedan dos años de legislatura, nada de lo que vaya a ocurrir es predecible, porque esta batalla se viene librando día a día.