Reino Unido
El Gobierno de Reino Unido recula en su plan fiscal para aliviar la agresiva reacción de los mercados. La prensa asegura que el Partido Conservador se está movilizando para lograr la caída de Liz Truss.
Reino Unido vive una crisis política, social y económica. El 'annus horribilis' que fue 1992 para la reina Isabel II, lo está siendo para la sociedad británica 30 años después, por un cúmulo de factores que ha colapsado al país. El factor político ha sido el 'Partygate' que ha supuesto el fin de Boris Johnson como primer ministro, siendo relevado por Liz Truss. En lo social, la muerte de Isabel II ha supuesto el fin de una era histórica en el país. Y, en lo económico, las cosas van rotundamente mal.
La primera ministra británica, Liz Truss, anunció este pasado viernes 23 de septiembre la mayor rebaja fiscal en años. Al poco tiempo de anunciarse dicha medida, la libra esterlina se hundió a su peor nivel desde 1971, lo cual provocó que esta misma semana, el Banco de Inglaterra respondiera con una subida de los tipos de interés. Esta acción ha sido acometida recientemente por el FMI y la Reserva Federal de Estados Unidos para frenar la galopante inflación que golpea al mundo.
Ahora, y después de la agresiva reacción de los mercados, el Gobierno británico ha hecho cambios en su plan fiscal. No rebajarán impuestos a las rentas más altas y descarta aplicar finalmente la limitación al 45% de los impuestos sobre la renta para todas las personas; solo será para aquellas que no tengan esas rentas altas. La propia primera ministra reconoció este fin de semana en una entrevista a la BBC, los errores en el plan que ideó: "Reconozco que deberíamos haber sentado mejor las bases de nuestro plan. Hemos aprendido de esos errores y creo que todavía estamos a tiempo de corregir el rumbo".
Los conservadores se alinean para acabar con Truss
El diario 'Daily Mirror' lleva este lunes en su portada el titular "Truss is finished" ("Truss está acabada"). El citado medio asegura que hay un descontento muy elevado dentro de las filas del Partido Conservador y que ya se estarían preparando para hacer que la primera ministra, Liz Truss, caiga "antes de Navidad", y se nombre a un sucesor inmediato, antes de que sigan perdiendo apoyo y su reputación continúe empeorando en las encuestas. Habrá que ver si esta rectificación en el plan fiscal provoca una reducción de la tensión dentro de las filas conservadores.
Aunque el Partido Conservador confiaba en una rápida sucesión para no salir perjudicado por las polémicas de Boris Johnson, lo cierto es que él era más valorado que la nueva primera ministra. Así lo desvelan los sondeos que se están publicando actualmente, que sitúan a los conservadores en mínimos históricos, con poco más de un 20% de apoyo, y con los laboristas pudiendo lograr la mayoría absoluta, con más del 50% de votos.
La primera ministra, Liz Truss, solo recibe la aprobación de un 15% de los británicos en sus primeros 20 días de mandato, según una encuesta publicada por YouGov. Esto se produce cuando el Partido Conservador celebra su congreso en Birmingham. El encuentro se produce con la mayor crisis dentro de las filas conservadores desde la salida de Margaret Thatcher en 1990. La actual gobernante, tildada como la nueva 'Dama de Hierro', ve su reputación mucho más oxidada de lo que esperaba.