ANTE LOS VECINOS
Una turba ha golpeado y ahorcado a un hombre de 38 años acusado del supuesto robo de una motocicleta y el asesinato de un joven de 17 años en un pueblo de la región boliviana de Santa Cruz (este), confirmaron fuentes policiales.
El suceso ha ocurrido en la localidad cruceña de San Julián, a unos 175 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, informó a los medios el comandante regional de la Policía, Rubén Suárez. El hombre, identificado por los medios locales como Johnny Pizarro Miranda, comparecía ante un juez cautelar junto a otras tres personas presuntamente implicadas en el robo y asesinato del joven, cuando la muchedumbre rebasó a los agentes y logró sacarlo de la comisaría donde se realizaba la audiencia.
La turba flageló a Pizarro y luego lo colgó en un árbol de la plaza principal del pueblo. Según medios locales, otro de los detenidos también fue golpeado por la muchedumbre y actualmente se recupera en un hospital.
Tras enterarse del suceso, el jefe policial decidió enviar a agentes de los pueblos vecinos de Cuatro Cañadas y San Ramón para reforzar a los uniformados de San Julián. Suárez indicó que entre los sospechosos de promover el linchamiento están familiares del joven asesinado, quienes "no conformes con que la Policía hubiera ya capturado y arrestado a los presuntos autores, han cometido este hecho".
Enfatizó que en Bolivia "nadie puede hacer justicia por mano propia", pues "eso está prohibido por ley". Pizarro y otras dos personas están acusadas de atracar y asesinar a un joven en abril pasado, mientras que un cuarto sujeto fue detenido por comprar la motocicleta robada.
Los casos de linchamientos son relativamente habituales en el área rural y algunos barrios periurbanos de Bolivia. En ocasiones, quienes cometen los linchamientos se justifican por la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana de 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni la pena de muerte.