INTENTAN QUE EL VERTIDO NO LLEGUE HASTA EL DANUBIO
Es un desastre ecológico para toda Europa. La marea de lodo rojo ha anegada ya 3 pueblos y ocupa un área de 40 kilómetros cuadrados.
En algunos puntos el lodo acumulado alcanza los dos metros de profundidad. Hay más de 400 inmuebles destrozados y cientos de personas han tenido que ser evacuadas.
El Gobierno húngaro ha prometido ayudas e indemnizaciones para todos los afectados pero ahora lo que más preocupa es evitar que el vertido llegue al Danubio y se extienda por media Europa.
El vertido es altamente corrosivo y arrastra grandes cantidades de bauxita que puede contaminar los lechos de los rios durante décadas.
Además es 10 veces más fuerte que la lejía y produce graves quemaduras con solo tocarlo.
Cientos de soldados, bomberos y voluntarios trabajan contra reloj para limpiar cuanto antes las zonas afectadas. Unos trabajos que el propio Gobierno húngaro afirma que durarán al menos un año y costarán decenas de millones de euros.