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Los líderes mundiales despiden a Shinzo Abe

El funeral del exprimer ministro divide a los japoneses.

Férreas medidas de seguridad y protestas de los ciudadanos. Así despide hoy Japón a su líder asesinado Shinzo Abe. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, el primer ministro de India, Narendra Modi, o el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, son algunos de los líderes que se han desplazado a Tokio para asistir al funeral. 4000 asistentes con 700 invitados extranjeros.

La ceremonia ha comenzado a las 14:00 hora local, siete de la mañana hora peninsular española, aunque estaba permitido que el público depositara flores desde las 10 en un parque cercano al lugar de la ceremonia.

Mientras tanto, los opositores al funeral han realizado mítines frente a la oficina del primer ministro, Fumio Kishida, el edificio del Parlamento, y otros lugares del país, en los que han exigido que se cancele el evento.

Los críticos argumentan que este funeral de Estado carece de base legal y citan el controvertido legado del político nipón, asesinado el 8 de julio mientras pronunciaba un discurso en un mitin de campaña en la ciudad de Nara, en el oeste de Japón.

A esto se suma, que se calcula que el funeral cueste al contribuyente más de 1.600 millones de yenes (11 millones de euros).

Escándalo sin resolver

En repetidas protestas celebradas en parques de Tokio y frente a las oficinas del Gobierno, los participantes han denunciado el homenaje a un político que dividió al país con su política de rearme y su empeño en enmendar la cláusula pacifista de la Constitución, además de los escándalos que empañaron su último período de gobierno en 2020 y quedaron sin resolver.

Abe, que murió a los 67 años, fue primer ministro de 2006 a 2007, y de 2012 a 2020. En julio de este año recibió un disparo de un hombre que fabricó un arma casera, el agresor afirmó posteriormente que había atacado al ex primer ministro por sus vínculos con la Iglesia de la Unificación, una poderosa organización con fuertes nexos con el gobernante PLD.

Este grupo cristiano y anticomunista de origen coreano, también conocido como la secta del reverendo Moon, ha recaudado gran parte de sus millonarios ingresos mundiales entre feligreses japoneses.

Porque el asesino del ex primer ministro, Tetsuya Yamagami, dijo que atacó al político con un arma casera por sus vínculos con esa Iglesia. Yamagami contó a la policía que su madre, miembro de la iglesia, había donado grandes sumas de dinero al grupo religioso, lo que sumió a su familia en la pobreza.

Abe mantenía una relación estrecha con la iglesia, según demostró una investigación posterior a la muerte del ex primer ministro, 179 de los 379 parlamentarios del PLD. Hubo mucha polémica en Japón por las conexiones de los políticos con una organización conocida por celebrar bodas masivas y que ahora está bajo el escrutinio público por presionar a sus feligreses para que hagan donaciones que muchos no pueden pagar.

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