HAN CONDENADO EL ATAQUE
Los líderes religiosos de la Mezquita de Didsbury, el templo que frecuentaba Salman Abedi, el suicida que mató a 22 personas el pasado lunes tras un concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena, se han presentado voluntariamente ante las autoridades. La Junta de Administración de la mezquita se han ofrecido a la Policía para ser interrogados, ha explicado el presidente de la Junta, Mohammad el Khayat.
Durante los servicios religiosos del viernes, El Khayat condenó duramente el atentado suicida contra el concierto y dijo que la mezquita no tenía nada que ocultar. Así, ha destacado que la gran mayoría de los fieles a la mezquita fueron acogidos en Reino Unido y que desde el templo siempre se ha intentado aportar a la comunidad.
"Condenamos con contundencia el horrible crimen que se ha cometido (...). Estamos conmocionados, aturdidos ante esta atrocidad ocurrida aquí, en nuestra puerta", dijo El Khayat, según recoge el diario británico 'The Guardian'.
Dos agentes participaron en el servicio religioso y uno de ellos, el sargento Allan Dean, se dirigió brevemente a los fieles para garantizarles que la mezquita será protegida. Desde que se supo que el autor del atentado frecuentaba la mezquita se han recibido en la misma varias amenazas por correo. El propio viernes durante el acto religioso varios agentes patrullaban frente al edificio.
Desde la propia mezquita habían alertado a las autoridades de la peligrosidad de Abedi, ya que le habían prohibido participar en los actos religiosos por sus ideas extremistas. También la familia de Abedi informó a las autoridades de que el individuo era "peligroso".