ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN BIRMANIA
Noviembre, 2010. Ann Suu Kyi recobra la libertad tras más de 15 años de arrestos domiciliarios. Su primer gesto: ponerse una flor en el pelo, símbolo de resistencia y lucha.
Pacifista y budista devota, Suu Kyi ha continuado la batalla de su padre, líder de la independencia birmana, y asesinado cuando ella tan solo tenía dos años. Educada en Reino Unido, regresa a Rangún a finales de los 80 para cuidar de su madre enferma.
Es testigo entonces del descontento popular en su país y la matanza de 3000 personas en manifestaciones contra el régimen militar. Su oposición a la dictadura hace que sufra su primer arresto domiciliario en 1989. Sin teléfono ni internet, y con las visitas controladas, no puede despedirse de su marido cuando éste muere de cáncer ni ver a sus hijos durante años. Pero el confinamiento no le impide seguir con su lucha por la democracia. En 1991, recibe el Nobel de la Paz.
"Nos gustaría que la comunidad internacional fuera consciente de la situación de los derechos humanos en Birmania” aseguraba la líder opositora. “Ha llegado un momento en que las acciones de este régimen militar son actividades criminales".
Un año después de su liberación, en 2011, se disuelve la Junta Militar traspasando el poder a un gobierno civil afín que ha iniciado un conjunto de tímidas reformas de apertura.
A sus 66 años, Suu Kyi sigue siendo la esperanza para la libertad del pueblo birmano y un icono mundial de resistencia civil. Este domingo, 'la dama', como la llaman en su país, puede conseguir su primer escaño parlamentario.