OLA DE CAMBIO EN EL MUNDO ÁRABE
Manama, capital del reino de Bahréin. Decenas de personas regresan del funeral por los tres fallecidos en las últimas protestas. Intentan volver a ocupar la plaza de la Perla. Al fondo de la avenida, esperan desafiantes, los tanques. Sin mediar advertencia alguna, empieza el tiroteo. En la refriega muere un manifestante, y son heridos más de un centenar. Los hospitales, no dan abasto.
"Hemos recibido numerosos fracturados muchísimos al menos 2 muy graves. También tenemos heridos, uno con una herida muy profunda en la pierna".
A la puerta del mismísmo centro sanitario, centenares de personas siguen reclamando reformas. Exigen derribar la monarquía, mientras el Príncipe Heredero ha lanzado un llamamiento a la calma. Estados Unidos que mantiene alojado en este pequeño país a la V flota ha urgido al rey a cesar la represión.
Pero es en Libia, donde los acontecimientos han tomado un cariz aún más inquietante. Apenas hay imágenes ni datos de la feroz respuesta del régimen de Gadafi a las movilizaciones, pero ya se habla de cerca de un centenar de muertos. Las manifestaciones, hasta ahora un fenómeno desconocido en Libia, han obligado al aparato represivo a emplearse a fondo. Según la poca información que trasciende al exterior, el caos reina en Bengasi y en otras ciudades del este del país, donde a día de hoy miles de personas carecen de suministro eléctrico.