EN COTAPORA, AL SUR DE BRASIL
La Policía ha liberado a nueve rehenes después de un intento de robo en un taller de joyería de Cotapora, en el sur de Brasil. Las cámaras de seguridad grabaron a los sospechosos con explosivos con los que intentaban abrir la puerta del taller para robar.
En el posterior enfrentamiento con las fuerzas de seguridad murieron tres ladrones. Siete escaparon a un bosque cercano con nueve rehenes.
Los asaltantes se habían escondido con los rehenes en una zona boscosa de Río Grande do Sul, estado del sur de Brasil fronterizo con Argentina, después de que tres miembros del grupo criminal murieran en un enfrentamiento con la policía.
Tras varias horas de cerco a una amplia región rural de Cotiporá, municipio de Río Grande do Sul, los rehenes, seis mujeres, un niño y dos hombres, se presentaron ilesos ante los agentes de uno de los retenes instalado por la policía.
"Estamos con los nueve rehenes sanos, salvos y en buen estado", informó el capitán Juliano Amaral, oficial de la Policía Militarizada de Río Grande do Sul responsable de las operaciones, en un mensaje en su página en Twitter.
Los rehenes fueron liberados a unos cinco kilómetros de la residencia de la que fueron sacados a la fuerza por los asaltantes. Los delincuentes, sin embargo, permanecen en la zona boscosa, que sigue cercada por la policía.
El drama comenzó en la madrugada del domingo cuando cerca de diez hombres armados asaltaron una fábrica de joyas en Cotiporá tras haber dinamitado las puertas y los cofres de la planta.
La policía inició la persecución de los asaltantes al ser alertada rápidamente sobre lo ocurrido y, en un primer enfrentamiento, tres delincuentes murieron y dos agentes sufrieron heridas de bala sin gravedad.
Uno de los muertos fue identificado como Elisandro Rodrigo Falcao, considerado el delincuente más buscado por las autoridades de Río Grande do Sul por ser supuestamente el jefe de una banda que utiliza explosivos para asaltar bancos, coches blindados de transporte de valores y cajeros electrónicos bancarios.
Los demás asaltantes cogieron como rehenes a dos mujeres que estaban en un bar próximo a la fábrica de joyas y a siete miembros de una familia residente en una casa en el área rural de Catiporá, para utilizarlos como escudos e impedir el acercamiento de la policía.
El área en que los delincuentes se internaron con sus rehenes fue cercada por cerca de 200 policías, que durante todo el día mantuvieron la persecución con la ayuda de dos helicópteros pero en ningún momento llegaron a entrar en contacto o a ver a los asaltantes.
Desde el primer momento, el gobernador de Río Grande do Sul, Tarso Genro, aseguró que la prioridad de las autoridades era rescatar con vida a los rehenes.