LA MEDIDA FUE DEBATIDA Y APROBADA EN 2015 Y AHORA HA ENTRADO EN VIGOR
Desde el pasado 1 de enero, todos los ciudadanos de Francia son donantes de órganos y tejidos, a menos que añadan su nombre a un Registro Nacional de Rechazo en el que firman su negativa a que sus órganos sean donados en el momento de su muerte.
Previamente a esta medida, los órganos y tejidos se podían donar sólo si la persona fallecida había expresado claramente si deseo de donar, según recoge el diario Le Monde. Sin embargo, como ocurre en España, si no había deseo explícito de ser donante, los médicos consultaban a los familiares. En Francia, según recoge The Guardian, se negaban a ello casi un tercio de los consultados.
A partir del pasado día 1, la ley establece que todos los franceses son donantes de órganos y tejidos, a menos que expresen su negativa en un formulario.
Una vez un paciente fallezca, los médicos tendrán que ser quienes revisen sin figura en el Registro Nacional de Rechazo.