BAVIERA Y BADEN-WÜRTTENBERG YA LO LLEVAN A CABO
La ley alemana permite confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados que entran en el país, lo que ya están haciendo -al menos parcialmente- los estados federados de Baviera y Baden-Württenberg, como han admitido las autoridades de estos dos.
El ministro de Interior de Baviera, Joachim Hermann, explicó, en declaraciones al diario 'Bild', que los peticionarios de asilo son registrados en los centros de acogida y, cuando el dinero que tienen o el valor de sus bienes supera los 750 euros, éstos les pueden ser decomisados. Eso ocurre cuando se espera que posteriormente los refugiados tengan una deuda que pagar al estado.
El Ministerio de Integración de Baden-Württenberg, por su parte, indicó que se ha decomisado dinero en casos concretos, pero que no hay registros sistemáticos y no se han confiscado otros bienes de valor.
La ley de asilo en Alemania contempla que los peticionarios sólo pueden recibir ayuda estatal cuando no poseen recursos propios o no tienen ingresos. Eso implica que han de gastar el dinero que tienen disponible hasta un determinado límite con derecho a conservar. Esa disposición se orienta a lo estipulado por la ley de ayuda social que sólo se concede a quienes ya hayan gastado sus ahorros.
Baviera considera que esa ley permite la confiscación de bienes para luego pagar las ayudas a los refugiados sin necesidad de examinar su estado de bienes. Los estados federados tienen competencia para aplicar ese tipo de medidas, por lo que la práctica difiere entre los 'Länder'.
"Quien pide asilo en principio tiene que gastar sus ahorros antes de recibir ayuda y eso incluye también las joyas que tenga. Aunque haya prejuicios arraigados, la situación de un peticionario de asilo no es mejor en ese sentido que la de un receptor de ayuda social", dijo la encargada de Integración del Gobierno federal, Aydan Özoguz al 'Bild'.
El partido La Izquierda, en la oposición, considera que la práctica es equivocada y que, si se quiere hacer que los refugiados contribuyan a su manutención, hay que abrirles más rápidamente las puertas del mercado de trabajo.
En Dinamarca, un plan para decomisar el dinero y los objetos de valor de los refugiados para sufragar su manutención ha generado una tormenta política y hay quien ha comparado esa medida con la confiscación del patrimonio de los judíos por parte de los nazis.
El Parlamento danés ha iniciado el debate del proyecto de ley sobre política de asilo, que incluye estas polémicas confiscaciones para costear la estancia de los refugiados y limitar la reagrupación familiar y que, previsiblemente, será aprobado por amplia mayoría la semana próxima. El objetivo es reducir la llegada de refugiados a Dinamarca, que en 2015 recibió a 21.000 solicitantes de asilo, un tercio más que el año anterior.