LOS HABITANTES PODRÁN VOLVER A SUS CASAS
El Gobierno de Japón ha levantado las restricciones de acceso en el municipio de Kawauchi, ubicado cerca de la planta nuclear de Fukushima y que se convierte así en la segunda localidad cuyos habitantes podrán regresar tras el accidente nuclear de 2011.
Esta decisión permitirá volver a instalarse en sus casas a unos 275 habitantes de la localidad, mientras que otras 54 personas podrán acceder a sus domicilios -hasta ahora ubicados en una zona de entrada prohibida- pero no pernoctar en ellos, según publica hoy el diario Asahi.
Todas estas personas vivían en alojamientos temporales tras ser evacuados de sus domicilios, que quedaron dentro del radio de 20 kilómetros en torno a la accidentada planta de Fukushima. En los nueve municipios que se encontraban dentro de esta "zona de exclusión", las autoridades niponas impusieron la prohibición total o parcial de acceso en función de los niveles de radiación.
El domingo, el Gobierno nipón mantuvo una reunión con habitantes de Kawauchi para comunicarles que se levantan las restricciones una vez completadas las tareas de descontaminación, y ambas partes acordaron el 1 de octubre como fecha para que los evacuados regresen a sus domicilios.
No obstante, algunos ciudadanos de la localidad mostraron sus reticencias a volver por miedo a las radiaciones y a no poder desarrollar actividades como la agricultura y la ganadería. Los casi 300 habitantes de Kawauchi podrían sumarse así a los centenares de evacuados de la localidad de Miyakoji que regresaron a casa en abril, la primera zona donde se levantaron todas las restricciones de acceso dentro de la "zona de exclusión".
El Gobierno nipón decidió permitir el acceso total a este distrito, ubicado en la localidad de Tamura y una de las zonas más alejadas de la central dentro del citado radio, tras comprobar que el nivel de radiación había descendido a entre 0,11 microsievert y 0,48 microsievert por hora, una octava parte del máximo permitido.
Cerca de 50.000 residentes de los municipios ubicados dentro de la "zona de exclusión" continúan evacuados debido a las emisiones radiactivas, que también han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local. El Gobierno nipón mantiene fuertes restricciones de acceso en las áreas más contaminadas, que incluyen la prohibición de entrada en determinadas zonas o la recomendación de no pernoctar.