SE ENCUENTRAN BIEN
Los equipos de rescate evacuaron a los últimos cuatro niños y a su tutor atrapados en una cueva del norte de Tailandia, con lo que han sido rescatadas las 13 personas encerradas en la gruta, informó la Marina tailandesa. Los doce jabalíes (como se conoce a los chicos) y su entrenador están a salvo cuando se superan las dos semanas.
La misión de este martes era más difícil que las de los dos últimos días ya que, además de sacar a cuatro niños y a su monitor, había otras cuatro personas en el interior que debían salir -un doctor y tres miembros de la Marina-. En las tareas de rescate han participado unas 100 personas, incluidos los 19 submarinistas.
El contingente internacional de buzos rescatistas volvió a entrar en la cavidad a las 10.09 hora local (03.09 GMT) con el objetivo de regresar con las cinco personas que esta mañana seguían enclaustradas, dijo Narongsak Ossottanakorn, portavoz del operativo. "Hoy sacaremos a los cuatro niños y su entrenador".
Los miembros de salvamento, junto a los niños, han tenido que superar un complejo de laberínticas galerías parcialmente inundadas y con desniveles y visibilidad nula para alcanzar la boca exterior de la cueva.
Al igual que sucedió tras la primera operación, las autoridades anunciaron una pausa entre la segunda misión (lunes) y esta tercera para proceder a la reposición de las bombonas de aire comprimido utilizadas durante los trabajos de evacuación y evaluar las partes inundadas de la gruta.
Las precipitaciones han sido una de las principales preocupaciones de las autoridades porque el agua filtrada por el monte podía haber inundado las galerías y anular el drenaje efectuado.
Equipos militares estaban en el exterior de la montaña con la tarea de bloquear la entrada de agua hacia los túneles subterráneos. Los trece -doce escolares de entre 11 y 16 años y su tutor de 26- se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras finalizar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.
Fernando Raigal, el buzo español que ha participado en el rescate, se encuentra muy satisfecho con la labor realizada, según cuenta un amigo suyo, Antonio Muñoz.