llevan varios días realizándolas
La Policía de Marruecos ha obligado a un grupo de personas a abandonar el lugar en el que se concentran a la espera de acercarse a la valla o subirse a una patera.
En una serie de redadas los agentes marroquíes desplazan a los inmigrantes de las localidades más cercanas a la costa con el objetivo de frenar la inmigración
El gobierno marroquí defendió este jueves ante los embajadores de países africanos esta medida. En el encuentro participaron los ministros de Exteriores, Naser Burita; Interior, Abdeluafi Laftit, y el ministro delegado de Emigración, Abdelkrim Benatiq, además del presidente del Consejo Nacional de Derechos Humanos, Dris Yazami.
Los emigrantes han sido por el momento realojados en ciudades más al sur como Rabat, Casablanca, Beni Melal o Tiznit, aunque otra fuente gubernamental no ocultó que el plan es enviarlos a sus países respectivos.
Para ello, cada embajada africana ha nombrado a un coordinador que se encargará de identificar a sus nacionales y preparar así las operaciones de repatriación "en pequeños grupos de diez o quince personas", unas operaciones financiadas enteramente por Marruecos, todo ello "en total respeto de la ley y los derechos humanos y tratando caso por caso", aseguró una fuente oficial.
La fuente gubernamental insistió en que las redes de tráfico de emigrantes "son muy dinámicas y ganan mucho dinero", y ante ellas el gobierno tiene el derecho de defenderse aplicando la ley "en interés de los propios emigrantes".
Tras la reunión explicativa con el cuerpo diplomático africano, los responsables gubernamentales celebraron otra similar con los embajadores de la Unión Europea para exponerles los mismos argumentos y recordarles la petición marroquí de que la UE se implique más en la ayuda a Marruecos para luchar contra la emigración clandestina.