SEGUNDA RONDA DEL REFERÉNDUM
El vicepresidente egipcio, Mahmud Meki, ha anunciado su renuncia al considerar que "ha terminado su misión de servicio a la patria". El anuncio coincide con la segunda ronda del referéndum sobre la nueva Constitución, un texto que no contempla la existencia de una vicepresidencia en el país.
Mientras, la afluencia de votantes está siendo muy alta en los colegios electorales egipcios en las primeras horas de votación de la segunda ronda del referéndum sobre la nueva Constitución, que se celebra en diecisiete provincias del país.
La televisión egipcia ha mostrado largas colas de electores en Suez, el oeste, en Fayum, el sur, en Damieta, el norte, y Giza, que abarca parte de la capital, entre otros lugares donde se lleva a cabo el plebiscito.
Tal es la concurrencia de votantes que la Comisión Electoral ha decidido prolongar el horario de votación de las 19.00 a las 23.00 horas para que todo el mundo pueda sufragar.
En dos centros electorales del barrio cairota de clase media de Doki, la Escuela Laurmar de Primaria Mixta y el Colegio Preparatorio para Chicas, hombres y mujeres se agolpaban para decidir sobre el futuro de la Carta Magna.
En las dos escuelas de Doki, las opiniones estaban muy divididas: la doctora Huyam Mohamed Ibrahim, de 35 años, explicó que ella apoya el 'sí' porque tras leer el texto constitucional no ha visto ningún defecto, "como la oposición ha hecho imaginar". "La Constitución es muy racional e incluye varios logros, es mejor en un 100 % que la Constitución anterior. Ha disminuido mucho los poderes del presidente y recoge libertades que no existían antes", señaló Ibrahim.
Distinto punto de vista tenía el joven Ahmed Jaled, de 18 años, y estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo. Jaled consideraba que hay "frases flojas" en el borrador de la nueva Carta Magna, "que no goza del consenso de toda la gente, solo la ha aceptado una facción". A su juicio, "hay muchos artículos que se contradicen y hay otros que no mencionan a la mujer. También la economía, porque no se precisa si será socialista o liberal".
La oposición denuncia varias irregularidades cometidas por islamistas
El Frente de Salvación Nacional (FSN), que agrupa a gran parte de la oposición no islamista de Egipto, ha detectado este domingo irregularidades en varias provincias durante la segunda ronda del referéndum sobre la nueva Constitución.
Según varios miembros del FSN, se observó el retraso, en más de dos horas, de la apertura de varios colegios, porque en algunos casos los jueces encargados de supervisar la votación tardaron en llegar en provincias como Qena, Fayum y Qaliubiya. En esas provincias hubo centros electorales en los que se vetó el acceso a observadores del FSN.
En algunos colegios de Qena, el FSN asegura que vio a miembros del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, pidiendo a la gente que votara "sí". En esa misma provincia, notaron que en algunos centros no había listas de votantes y observaron vehículos de seguidores de la corriente salafista que trasladaron a electores. En Fayum, al sur de El Cairo, el FSN denunció que varios funcionarios que ayudaban a los jueces incitaron a los ciudadanos a votar "sí" y que algunos de ellos eran miembros del PLJ.
Asimismo, los opositores se quejaron de que en Benha, capital de la provincia de Qaliubiya, al norte de la capital, algunos de esos funcionarios eran miembros de los Hermanos Musulmanes. Además, criticaron que en esa ciudad ciertos magistrados cerraran durante una hora los colegios para ir a rezar al mediodía. Unos 25,5 millones de egipcios están llamados hoy a acudir a las urnas en 6.724 colegios, que están protegidos por las Fuerzas Armadas.
El 'sí', apoyado por los islamistas, triunfó en la primera ronda del referéndum celebrada el sábado pasado en diez provincias, entre ellas El Cairo y Alejandría, según los resultados oficiosos, ya que la Comisión Electoral no los anunciará oficialmente hasta después de la segunda vuelta. El Frente de Salvación Nacional (FSN), que agrupa a gran parte de la oposición no islamista, ha solicitado el 'no' porque opina que la redacción del borrador de la Carta Magna ha estado monopolizada por los islamistas.