IRRITADO POR EL LLANTO, LE DISPARA EN LA CABEZA
El niño fue identificado como Bryan Yanarico Capcha y su madre explicó a la policía que seis hombres armados entraron en la vivienda, en la región de Sao Mateus, en la zona este de Sao Paulo.
El matrimonio, que llegó a la ciudad a principios de año para trabajar en un taller de costura, entregó a los asaltantes los 4.500 reales (unos 2.000 dólares) que tenía en casa, pero los delincuentes querían más dinero, explicó la mujer a la policía.
Fuentes policiales citadas por medios locales dijeron que el niño, que estaba en brazos de su madre, "no paraba de llorar" y que uno de los asaltantes, irritado con el llanto, le disparó en la cabeza.
Los delincuentes huyeron inmediatamente y el pequeño llegó a ser trasladado a un hospital cercano, pero falleció en el trayecto. En los últimos años, la ciudad de Sao Paulo se ha convertido en el destino de miles de bolivianos que buscan un futuro mejor, muchos de ellos en la industria textil gracias a su reconocida habilidad en las tareas de costura.
Según los registros del consulado de esa nación andina, en esa ciudad residen actualmente 17.960 ciudadanos bolivianos, debidamente registrados.
Sin embargo, según cálculos de organismos de derechos humanos, el número de bolivianos radicados en Sao Paulo llega a unos 100.000, en su mayoría en situación ilegal, y muchos de ellos son víctimas de prácticas de trabajo esclavo en la industria textil.