CACOS SUBMARINOS

Unos ladrones logran robar la campana del Costa Concordia evadiendo rayos láser y sistemas de seguridad

Los investigadores sospechan que más de una persona estuvo involucrada en el robo del pesado objeto, que lleva grabado el nombre del buque y el año de su bautizo, 2006.

Unos ladrones submarinos han logrado robar la campana del buque Costa Concordia, que naufragó el 13 de enero pasado, después de eludir una amplia gama de sistemas láser que miden cambios milimétricos en la nave y 24 horas de vigilancia de la guardia costera italiana y de la Policía.

El crucero gigante se hundió frente a la isla toscana de Giglio, después de chocar con una roca, lo que causó al menos 25 muertos. Siete personas siguen en paradero desconocido.

Los fiscales han acusado el capitán Francesco Schettino de causar el accidente por llevar muy cerca de la orilla al Costa Concordia, un buque de varios pisos que transportaba a unos 4.200 pasajeros más la tripulación. Ahora, han abierto una investigación para averiguar quién ha hurtado la campana del Titanic moderno, considerada como un botín simbólico.

Fuentes judiciales han revelado este jueves que los ladrones tomaron la campana hace más de dos semanas de una de las cubiertas del Costa Concordia, que está sumergido a ocho metros (26 pies) de profundidad.

"Sólo puedo imaginar que alguien la tomó como una especie de recuerdo morboso", ha dicho el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli. "En mi opinión, la pérdida de la campana no tiene ninguna importancia. Tenemos la estatua de la Virgen que tenía el barco en nuestra iglesia, que para nosotros tiene un significado mucho más simbólico", ha añadido. Los buzos recuperaron en enero la estatua de yeso de la capilla de la nave y la entregaron al cura de la parroquia de Giglio.

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