Volcán Etna
Vivir junto a un volcán activo supone todo un continuo sobresalto cada vez que ruge. Es lo que describen los españoles residentes en Catania (Sicilia), que pasan sus días junto al volcán Etna, el más grande de los activos en Europa.
Etna está a pocos kilómetros de Catania y volvió a entrar en erupción hace tres semanas. Desde entonces, las cenizas que expulsa han teñido de negro la ciudad y dificultan mucho la visibilidad.
Josiko es jugador de fútbol sala en la ciudad y, aunque está acostumbrado, a veces se preocupa. "Cuando sabes que vas a vivir cerca de un volcán que está en activo te entra un poco de incertidumbre, de no saber lo que puede pasar", cuenta a Antena 3 Noticias.
Una sensación que comparte Miguel Ángel mientras muestra los restos de la ceniza que ha llovido sobre la ciudad. "Se llegó a ver cómo salía lava como si fuese una fuente. La lava caía por la montaña", recuerda Josiko.
También los más pequeños se han adaptado a la convivencia con el Etna. Juegan en un campo de fútbol con un volcán invadido por las llamas al fondo.
Un estado de vigilancia constante
Y a pesar de la estampa, el mayor reto que trae la erupción del Etna es la limpieza posterior de las calles, coches y el mobiliario urbano.
Con todo, los españoles que viven en Catania confiesan que siempre están mirando de reojo a la temida montaña. Todo, a pesar de los sistemas de seguridad que controlan las erupciones, explica Andrea.