NEGOCIACIÓN COMPLICADA
Tras la propuesta del Gobierno británico, el francés Michel Barnier, que cree que ahora empieza lo más duro, ha asegurado que el documento trata a los europeos como ciudadanos de segunda y, por tanto, no es aceptable.
Bruselas lamenta la falta de confianza actual y espera que Londres asuma hasta el último euro de la factura de salida, respondiendo a las acusaciones de ayer del ministro británico Boris Johnson, que rechazó las cuentas europeas y las calificó como una extorsión.