HISTORIAS SUPERVIVIENTES
De entre todos loe vehículos que circulaban por el puente de Morandi, un coche quedó encajado entre el armazón cuando la estructura se derrumbó. Su conductor, Davide Capello, sobrevivió: "Vi que se derrumbaba y caí. Tuve suerte, ni siquiera sé cómo quedó mi coche". Sin embargo, la imagen impresiona.
Otro superviviente es un exportero de un equipo de fútbol italiano que trabajaba ahora como bombero. Aún impresionado por el accidente, Capello reconoce que en ese momento sí pudo mantener la calma: "No me desmayé, permanecí lúcido y llamé a los bomberos para informarles sobre la situación y para que vinieran a buscarme". En su boca sólo tiene una palabra: "Milagro".
La otra cara de la tragedia está en el tanatorio de Génova. Los familiares no encuentran consuelo, a pesar de que un equipo de psicólogos intenta reconfortarlos. "Mi amigo iba a trabajar y cayó 100 metros. Tenía 22 años", cuenta un genovés.
El desplome del puente ha truncado la vida de la familia Robbiano. Iban de vacaciones a Cerdeña. Los dos padres y el niño, de 8 años, han muerto. El cadáver del pequeño fue uno de los primeros en ser recuperado. Andrea, Bruno, Luigi, Ely.... La mala suerte les puso en el momento y lugar equivocados.