apenas tres meses después de asumir el poder
Las tensiones entre la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro del Interior, Horst Seehofer, en materia de política de refugiados amenazan con resquebrajar el Gobierno, apenas tres meses después de asumir el poder.
La decisión de conceder la cartera de Interior al líder de la Unión Cristiano Social (CSU) y una de las voces más críticas con la gestión migratoria de Merkel no presagiaba nada bueno. El pulso que mantiene la mandataria alemana con su tradicional aliado bávaro mantiene en vilo al país a la espera de conocer el desenlace y ver si los peores augurios acaban cumpliéndose.
El problema estalló a principios de semana, después de que el ministro de Interior se viera obligado a posponer la presentación de su nuevo plan de asilo al no contar con la aprobación de Merkel. El principal punto de fricción: Seehofer quiere rechazar inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la Unión Europea, mientras, Merkel pide esperar a la cumbre europea a finales de mes para lograr una solución consensuada con los demás países y evitar lastrar a los países periféricos.
Desde ese momento, las tensiones fueron en aumento y llevaron al líder del partido bávaro hermanado con la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel a anunciar el jueves que el lunes someterá su plan al voto de su cúpula y si le dan el visto bueno, lo aplicará unilateralmente.
Sin embargo, la ley alemana establece que si bien cada ministro puede dirigir su cartera de manera independiente, debe tomar decisiones dentro del marco político establecido por la canciller, que es la responsable de fijar las directrices políticas para el país.
A pesar de la amenaza de Seehofer, Merkel ha insistido este viernes a través de su portavoz, Steffen Seibert, en que la cuestión de los refugiados debe solucionarse a nivel europeo y no unilateralmente. "Alemania tiene una gran responsabilidad con la UE", ha declarado el portavoz. "No podemos hacer nada que debilite a la UE y no podemos permitir que un proceder puramente nacional establezca el tono de nuevo", ha indicado Seibert, al mismo tiempo que ha recordado las palabras pronunciadas el jueves por la tarde por Merkel, en las que insistió en la necesidad de "no actuar unilateralmente, ni actuar sin coordinación, ni a expensas de terceros".
Respecto a si el presidente de la CSU sigue contando con el apoyo de Merkel, Seibert se ha limitado a contestar: "El señor Seehofer es el ministro de Interior y como tal está claro que cuenta también con la confianza de la canciller"
El otro socio del Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), ha roto este viernes su silencio para atacar a la CSU después de seguir los últimos días con estupefacción las disputas en el seno de la Unión conservadora.
La presidenta del SPD, Andrea Nahles, ha criticado al aliado bávaro y ha dejado claro que solo se puede lograr una solución sobre la cuestión de los refugiados a nivel europeo. "Es inimaginable e insensato pensar en una solución de manera individual", ha sostenido.
Mientras, el vicepresidente socialdemócrata, Olaf Scholz, ha tuiteado: "El deber de gobernar nuestro país no es un capítulo de 'Juego de tronos', sino una cuestión seria, que no deberían olvidar nunca todos los participantes".