HAN ENCONTRADO UNA NUEVA PISTA
El hallazgo del coche del hijo mayor de una familia de cuatro miembros desaparecida hace dos semanas en el noroeste de Francia ha impulsado la investigación del misterioso suceso, al que la policía atribuye un carácter violento.
El Peugeot 308, único automóvil desaparecido de la residencia familiar, fue encontrado en la localidad de Saint-Nazaire, a tan sólo 50 kilómetros del domicilio en Orvault de la familia, de la que no se tienen noticias desde el pasado día 16.
El hallazgo se produce días después de que los agentes encontraran en la casa sangre del padre, Pascal; de la madre, Brigitte, y en menor medida del propio Sébastien, cuyos niveles dan pocas esperanzas a los investigadores de que los progenitores estén con vida.
En la casa también aparecieron platos en el fregadero y ropa húmeda en la lavadora, como si la actividad se hubiera detenido de forma repentina, si bien las camas habían sido deshechas y las sábanas retiradas. El descubrimiento tiene lugar, sin embargo, a 280 kilómetros del lugar donde ayer fueron encontrados el vestido y la carta de la seguridad social de la hermana menor de Sébastien, Charlotte, de 18 años, en la ciudad de Dirinon.
En esa localidad residen los abuelos y, según los investigadores, Sébastien pasó allí varios periodos vacacionales. Los mensajes contra su padre en las redes sociales y aquellos en los que hablaba de su muerte, que veía próxima y deseaba, sitúan a Sébastien, de 21 años, como principal sospechoso de los investigadores.
El joven ya había sido condenado a trabajos de interés general por acoso y se le atribuyen, entre otras cosas, amenazas de muerte cuando estudiaba en el instituto de Orvault en 2012. Una investigación judicial se ha abierto por casos de homicidio voluntario y secuestro.