ocurrió el 1 de octubre de 2017
Con una explosión los agentes abren la puerta de la habitación de Stephen Paddock momentos después de que éste dispara contra los asistentes de un festival de música al aire libre. Aún no se sabía, pero aquel 1 de octubre de 2017, se acababa de cometer el tiroteo más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos.
Cuando los policías entraron a por él, Paddock ya se había suicidado tras disparar a discreción contra 22.000 personas. Asesinó a 58 personas e hirió a otras 850. Disparaba desde la ventana de una suite del hotel Mandalay Bay, de Las Vegas. Allí se encontraron 23 armas de fuego.
Los policías tuvieron que subir hasta el piso 32 y el primero en entrar en la habitación, por razones que se desconocen, no activó su cámara. Los casi cuatro minutos del vídeo revelado corresponden a las cámaras adheridas al cuerpo de otros dos agentes, y lo que se ve en estos vídeos no cambia los hechos que se aclararon poco después, a saber, que Paddock actuó solo y que planificó con gran meticulosidad el ataque.
Sus motivos siguen sin conocerse.