Coronavirus
El terremoto coronavirus ha sacudido también a la política. Prueba de ello es el país más poderoso del mundo: Estados Unidos. La pandemia ha borrado del panorama mediático a Joe Biden, el único que podía hacer frente a Donald Trump en las elecciones de noviembre. El presidente, a pesar de su errática postura ante la pandemia, figura cada vez más aupado en las encuestas.
Más al sur, Nicolás Maduro ha utilizado esta enfermedad para reforzar su discurso belicista.
En su vecino, Brasil, el presidente Jair Bolsonaro ha recibido un toque de atención de la Junta Militar a causa de su discurso bipolar sobre el covid-19. Por un lado exige reforzar las medidas sanitarias y, por el otro, ridiculiza esta enfermedad calificándola de resfriado.
Por el contrario, en Europa, el húngaro Orban ha logrado poderes ilimitados del parlamento.
Otros gobiernos están usando la tecnología para afianzar su poder. Las aplicaciones que sirven para salvar vidas están siendo utilizadas para reforzar el control sobre sus ciudadanos, como es el caso de China.
Además, con la excusa de combatir posibles noticias falsas contra el virus, en países como Serbia, Turquía y Rusia, la tecnología se está utilizando para un escrutinio masivo con el fin de perseguir a los medios independientes, críticos con esos gobiernos.