SU NUEVO JUICIO COMIENZA EL 1 DE OCTUBRE
Es el tercer juicio al que debe someterse Ibar, detenido hace 24 años como supuesto asesino del propietario y dos bailarinas de un club nocturno de Miami. Condenado a la pena capital en 2000, permaneció en esa fatídica lista de espera hasta que hace dos años, y tras innumerables recursos de sus abogados, el Tribunal Supremo de Florida anuló su pena por considerar que había sido declarado culpable con pruebas "escasas" y "débiles".
Su familia y quienes les apoyan han logrado que este nuevo juicio, que esperan sea el último y con veredicto favorable, se adelante cinco meses. Durante un mes o mes y medio se llevará a cabo la selección del jurado, y el juicio en sí podría alargarse entre 4 y 6 meses. Pablo tiene ha cumplido ya 46 años, es decir media vida en la cárcel.
"Pablo está bastante animado y al mismo tiempo bastante nervioso. Me manda un mensaje de agradecimiento por el apoyo en España, que sigue adelante y pide que sigan creyendo en él", declaró a Antena 3 Noticias su padre, Cándido Ibar, durante un acto de presentación de una campaña de crowfunding para ayudar a costear los gastos de la defensa de Pablo.
La factura de su defensa asciende a 1,3 millones de dólares, de los cuales la familia ya dispone de un 80 por ciento, gracias a las aportaciones del Ministerio de Exteriores, el gobierno vasco y el navarro y las diputaciones forales de Guipúzcoa, Álava y Vizcaya. Los particulares también han hecho aportaciones, y ahora se les pide un nuevo esfuerzo para completar los 255.000 dólares restantes.
Pablo salió del corredor de la muerte en 2016, y paradójicamente su internamiento en la prisión "normal" a la que fue trasladado supone condiciones más dificiles para que su familia pueda visitarle. "Aunque ahora nos puede llamar más por teléfono, antes podíamos verle cara a cara en una sala cinco horas seguidas cada semana. Ahora sólo podemos hablar con él a través de una pantalla en dos zonas distintas de la cárcel", señala el padre.
En cuanto a su situación procesal, la Fiscalía de Florida “tiene pruebas escasas y débiles”, como señaló el Tribunal Supremo, un video de mala resolución y la declaración de un testigo que son pruebas escasamente sólidas, según Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, que coordina la defensa.
“Existe esta vez un clima diferente, porque los medios de comunicación principales en Florida muestran mayor respeto tras la decisión del Tribunal Supremo”, dice Krakenberger. “No somos ni optimistas ni pesimistas. Estamos determinados. A Pablo hay que sacarlo a ahí. Las pruebas cantan”, aseguró Krakenberger