EL PAPA HA TOMADO CARTAS EN EL ASUNTO
La Fiscalía chilena ha elevado a 158 las personas vinculadas con la Iglesia católica involucradas en más de 200 casos de abusos sexuales desde el año 2000, 178 de ellos menores, una pesquisa que ha sacado a la luz pública la gravísima situación existente en el clero local.
La coyuntura se ha tornado "tan oscura" para la Iglesia católica local que el papa Francisco decidió enviar el pasado febrero a un emisario a Chile, que posteriormente regresó a Italia con un informe de 2.300 páginas bajo el brazo, estudio en el que ahora la Fiscalía pretende hurgar si el pontífice accede a enviar esos antecedentes.
Este lunes la Fiscalía reiteró que solicitará más informes al Vaticano referidas esta vez a los procesos canónicos de ocho personas investigadas por distintos abusos sexuales cometidos contra niños, niñas o adolescentes registrados en Valparaíso, La Araucanía y la región metropolitana de Santiago.
Frente a este sombrío panorama, la Conferencia Episcopal de Chile sostuvo este martes que llamará para la próxima semana a una asamblea extraordinaria con el fin de tratar la situación en el seno de la Iglesia.
La Iglesia local, que desde 1970 y hasta 1990 se comprometió con los sufrimientos y esperanzas del pueblo chileno, especialmente durante la dictadura de Augusto Pinochet, está en la actualidad sumida en una de las crisis más graves de su historia.
Para los analistas, todo este problema se vio mucho más agravado por una conducta encubridora por parte de la jerarquía de los crecientes abusos sexuales pederastas cometidos por eclesiásticos. Tras las últimas acusaciones, los sacerdotes y funcionarios de la Iglesia imputados por abuso sexual podrían llegar casi al medio millar, principalmente cuando se empiecen a recibir las denuncias de las víctimas de las regiones extremas de Chile.