Las consecuencias de la avalancha en Mocoa | EFE
Cerca de 80 animales se recuperan en un albergue improvisado en Mocoa | EFE
El resquicio para la esperanza de los animales que vivieron la avalancha de Mocoa | EFE
Un grupo de voluntarios intentan cuidar a los animales damnificados en Mocoa | Efe
Un refugio de animales para tratar a los animales que sobrevivieron a la avalancha | Efe
Cerca de 80 animales están siendo tratados en un refugio improvisado en Mocoa | Efe
Esperanza para los animales que han sobrevivido en Mocoa | Efe
Un grupo de voluntarios ayudan a los animales tras la avalancha de Mocoa | Efe

ENTRE PERROS Y GATOS

Un grupo de voluntarios acoge a los animales que sobrevivieron a la avalancha de Colombia

El barrio Olímpico de la ciudad colombiana de Mocoa cuenta con un refugio lleno de voluntarios que reciben, dan tratamiento y cuidan a los animales que sobreviven a la avalancha que asoló la localidad. De momento, 80 animales se encuentran en el albergue aunque se espera que el número ascienda.

El barrio Olímpico de la ciudad colombiana de Mocoa cuenta con un polideportivo, calles embarradas, una gran estación de Policía y, desde hace unos días, un refugio lleno de voluntarios que reciben, dan tratamiento y cuidan a los animales que sobrevivieron a la avalancha que asoló la localidad.

El albergue animal lo han improvisado los voluntarios tras la estación y por él pululan perros, gatos, curiosos, sobrevivientes buscando a sus mascotas y una docena de policías que colaboran con su mejor voluntad para acomodar a los animales.

"Tenemos unos 80 animales entre perros y gatos, pero el listado de animales (va creciendo) porque (todavía) van ingresando y la idea es tenerlos por un tiempo para garantizar su calidad de vida, así como brindar seguridad médica veterinaria", comenta Rosa Guerrero, responsable logística del lugar y miembro de la Fundación Arca.

El punto de acogida para animales lo ubicaron el mismo sábado, horas después de que la fuerza de los ríos Mocoa, Sangoyaco y Mulato, se llevara por delante buena parte de la ciudad y causase la muerte a más de 300 personas, además de damnificar a más de 1.500. Muchos de ellos viven ahora en refugios temporales, donde por razones de higiene, seguridad y logística no pueden estar sus mascotas que las esperan pacientemente y saltan de alegría cuando vienen a visitarlos.

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