Coronavirus
La autopsia realizada por el condado de Hennepin a George Floyd, tras morir a manos de la Policía en Minéapolis, ha revelado que se había contagiado de coronavirus. A Floyd se le realizó una prueba diagnóstica de la COVID-19 postmortem, que ha resultado positiva.
El doctor que le ha realizado la prueba, el forense Andrew Baker, ha explicado que la PCR ha revelado un resultado positivo "durante semanas después del inicio y la resolución de la enfermedad clínica". "El resultado de la autopsia probablemente refleje positividad asintomática pero persistente por PCR en una infección previa", ha agregado.
Según ha explicado el médico forense, el coronavirus no jugó ningún papel en su muerte y es poco probable que haya sido contagioso.
La autopsia reveló que George Floyd fue asesinado como consecuencia de "la sumisión, la restricción y la compresión del cuello" que sufrió cuando estaba siendo inmovilizado por el agente Derek Chauvin. El afroamericano falleció de "una parada cardiopulmonar cuando estaba siendo detenido por los agentes de la ley".