HORAS ANTES DE LA CUMBRE
El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha recorrido los principales lugares turísticos de Singapur en una visita nocturna y se hizo selfis junto al canciller singapurense en un jardín lleno de flores y un puente, mientras las cámaras le seguían por el centro de la ciudad-estado del sureste asiático.
Después de un día entero sin noticias sobre sus actividades, Kim abandonó su hotel hacia las 21:00 horas (13:00 GMT) y se dirigió por carretera hacia Gardens by the Bay, un parque de 101 hectáreas que atrae a varios millones de visitantes cada año. "¿Adivinan dónde (estamos)?", escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, junto a una fotografía tomada por él mismo en la que aparecía sonriente junto a Kim y frente a un colorido arreglo floral.
El líder norcoreano también cruzó a pie el céntrico puente Jubilee acompañado de unas 40 personas, la mayoría guardaespaldas, y allí se hizo otro selfi con Balakrishnan. Fue una notable escapada de un líder que solo ha visitado otros dos países -China y Corea del Sur- desde que llegó al poder en 2011, y se produjo apenas horas antes de su histórica cumbre de este martes con el presidente estadounidense, Donald Trump.
Kim también tenía previsto visitar el mirador del hotel Marina Bay Sands, situado en la azotea que une los tres rascacielos que lo componen y con una piscina a lo largo de toda su extensión, según informó el diario singapurense The Straits Times.
La icónica azotea, situado en el piso 57 del hotel, cerró sus puertas al público a las 20:00 horas (12.00 GMT ) en lugar de a sus habituales 22:00, lo que apunta a que formaba parte de la ruta del líder supremo. Entre las posibles paradas de Kim estaba también el parque Merlion, sede de una escultura de león con cuerpo de pez que es todo un símbolo de Singapur, y el centro de artes escénicas de Esplanade, otro emblema arquitectónico del pequeño país.
Esa pequeña gira fue la primera noticia que se tuvo de Kim desde que regresó a su hotel la tarde del domingo, después de aterrizar en Singapur y reunirse con el primer ministro de la ciudad-estado asiática, Lee Hsien Loong.
Mientras Trump acaparaba la atención mediática con sus tuits y declaraciones junto a Lee, decenas de cámaras esperaron todo el día a las puertas del hotel Saint Regis con la esperanza de ver salir la limusina blindada del líder supremo. Fue el interés turístico lo que finalmente sacó a Kim del lujoso hotel, cuyas habitaciones más exclusivas cuestan más de 5.000 dólares por noche y que contiene una extensa colección privada de arte, con obras de los españoles Pablo Picasso y Joan Miró incluidas.
Los norcoreanos estaban inquietos por las facturas del hotel, pero varias entidades se ofrecieron a sufragarlas y finalmente es el Gobierno de Singapur quien ha accedido a correr con los gastos.