El dictador norcoreano Kim Jong-un, está convencido de que podría ser envenenado, y por ello ha ordenado sean inspeccionadas, cuidadosamente, todas las hojas de lechuga que coma. Las más altas autoridades de Corea del Norte velan por la seguridad del máximo mandatario y comprueban con un microscopio todos los vegetales que crecen en su propio invernadero.
Las más altas autoridades de Corea del Norte velan por la seguridad del máximo mandatario y comprueban con un microscopio todos los vegetales que crecen en su propio invernadero.
"Las verduras son cuidadosamente selccionadas y examinadas un día antes de que se sometan a la inspección final", dijo la fuente norcoreana al Daily NK, quien añadió que "los microscopios se utilizan para buscar gérmenes, toxinas y demás elementos nocivos".
Las lechugas tienes que pasar toda una inspección antes de llegar a Jong-un. Además, no todos los sirvientes del líder norcoreano están autorizados a trabajar en la granja. Aquellos con vínculos familiares y lealtad al partido comunista pueden dedicarse al trabajo en la granja, pero han tenido que estudiar para convertirse en doctores antes de dedicarse a la granja.