COMPLEJO DE VIVIENDAS
La nueva avenida, ubicada en una zona céntrica junto a la ribera del río Taedong, cuenta con elevados edificios de nueva construcción a ambos lados que albergan "viviendas para miles de familias y 150 tiendas de alimentación públicas", además de espacios deportivos y parques, indicó la KCNA en un comunicado.
Las viviendas, que incluyen dos rascacielos de 53 pisos y dos torres de más de 40, se han entregado de forma gratuita a profesores y científicos norcoreanos, lo que "demuestra las ventajas del sistema socialista de la RPDC (República Popular de Corea del Norte) que los países capitalistas no pueden imitar", afirmó el propio líder, citado por la agencia.
Kim Jong-un elogió que el proyecto haya sido completado en apenas un año y medio, y expresó que se trata de todo un paradigma que anticipa un cambio drástico en la apariencia del país en los próximos diez años.
Pyongyang, una ciudad de más de 2,5 millones de habitantes que conforman el 10 por ciento de la población norcoreana, ha experimentado una rápida modernización desde que Kim Jong-un llegara al poder en 2011 y ordenara la construcción de nuevos edificios residenciales, comerciales y de servicios e incluso un parque acuático.
Por otra parte, el dictador destacó que su Gobierno busca "consolidar las bases del socialismo con la ciencia como base y motor", con lo que reafirmó nuevamente la reiterada voluntad del régimen de promover su sector científico y tecnológico en paralelo a su desarrollo militar y armamentístico.
Corea del Norte anunció recientemente su intención de lanzar un nuevo cohete de largo alcance para poner en órbita un satélite científico, algo que es interpretado por gran parte de la comunidad internacional como un ensayo de misiles encubierto.
El régimen también dedica grandes esfuerzos al desarrollo de armas nucleares, considerado por Kim Jong-un como uno de los dos pilares de su política junto al desarrollo económico.
En todo caso, a pesar de los recientes progresos existen todavía altos niveles de pobreza y el país sigue recibiendo ayuda humanitaria del exterior debido a la escasez de alimentos crónica que sufre desde la devastadora crisis conocida como la "ardua marcha" de los años 90.