Invasión rusa de Ucrania
Los nuevos ataques rusos a infraestructuras energéticas en Ucrania asolan Kiev. La capital se ha quedado completamente a oscuras durante la noche, mientras el invierno empieza a llegar al país.
La primera estrategia de Rusia a la hora de invadir Ucrania fue matar a la población por tierra, mar y aire con bombas y artefacto militar. Luego, se ideó una segunda estrategia que consistía en quemar todas las cosechas para matar de hambre a los ucranianos, Y, la tercera y última estrategia, consiste en destruir toda infraestructura energética para congelar a los ciudadanos. Para ello, Rusia utiliza principalmente drones de fabricación iraní, que en su mayoría son derribados por Ucrania, aunque no todos.
Esta noche, Kiev se ha quedado por completo a oscuras después de nuevos ataques contra sus infraestructuras. Más concretamente, se ha debido a un ataque con misiles en la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka , una de las principales que suministra energía a la capital, y que, según las primeras informaciones, parece haber sido destruida, por lo que debe ser revisada para saber cómo reparar las instalaciones y lograr que la electricidad pueda reponerse por completo, a la mayor brevedad posible.
Según un integrante del Ejército ucraniano, "las defensas antiaéreas interceptaron cinco misiles, pero uno impactó en una esclusa de la presa de Kajovka, provocando destrucciones". Mientras los misiles siguen cayendo sobre Ucrania, se teme que los drones iraníes continúen siendo utilizados durante más cantidad de tiempo. Los esfuerzos del Ejército de Ucrania por contrarrestar todas las ofensivas rusas no cesan, y es por ello que necesitan acertarlas con una mayor precisión para evitar nuevos dramas humanos.
Jersón, el punto de inflexión que permanece indeciso
Una de las regiones clave para saber qué será de la guerra en los próximos tiempos es Jersón. Esta región, una de las anexionadas por Vladímir Putin el pasado 30 de septiembre, está siendo evacuada de civiles ante la inmensa batalla que se prevé entre rusos y ucranianos, que puede suponer un antes y un después en el devenir del conflicto. Rusia trata de resistir, pero la contraofensiva ucraniana es rauda y veloz, ante un Ejército ruso en declive, sin brío y exhausto al no tener ni agua, ni comida ni medicamentos.
El drama entre las tropas rusas es tal que incluso el líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, ha reconocido por primera vez que las tropas rusas están sufriendo bajas. Kadírov, uno de los más fieles escuderos de Vladímir Putin, ha tratado de mostrarse optimista en todo momento, pero a medida que avanza la guerra, ya no ve tan clara la posibilidad de que todo esté saliendo según sus planes. Rusia, entretanto, sigue centrada en el conflicto y no cesa en su empeño de lograr la invasión total de Ucrania.
Por otra parte, la central nuclear de Zaporiyia ha vuelto a desconectarse de la red eléctrica como consecuencia de varios apagones registrados a lo largo de esta semana. La preocupación sigue siendo máxima porque esta central nuclear es la más grande de toda Europa y alberga una cantidad de material radiactivo que multiplica por diez a la que había en Chernóbil. La OIEA insiste en acordonar un perímetro de seguridad en esta zona, pero Rusia y Ucrania siguen sin ponerse de acuerdo en cómo hacerlo.