Mundo

Elecciones presidenciales de Estados Unidos

Kamala Harris y Donald Trump se juegan la Casa Blanca en la campaña electoral más reñida de la historia de EEUU

En la recta final hacia las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, la contienda entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se ha tornado extremadamente competitiva, con ambos candidatos centrando sus esfuerzos en estados clave que podrían definir el desenlace electoral.

Hasta la fecha, las encuestas muestran un empate técnico entre Trump y Harris. Según algunos sondeos de medios estadounidenses Harris mantiene una ligera ventaja, en promedio, con un apoyo nacional cercano al 48%, frente al 46% de Trump. Sin embargo, la competencia se intensifica en los estados "péndulo" como Georgia, Arizona, Nevada, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan y Pensilvania, donde el apoyo fluctúa casi a diario.

Uno de los factores decisivos en esta elección será la división del voto según el género. Las encuestas revelan un patrón claro: Trump cuenta con una mayor preferencia entre los votantes masculinos, alcanzando un 54% de apoyo, mientras que Harris lidera con un sólido 57% entre las mujeres. Esta brecha se acentúa aún más cuando se observa el apoyo entre grupos de edades y etnias; Trump ha visto un leve incremento en el respaldo entre votantes latinos en estados como Arizona y Florida, mientras Harris continúa contando con un respaldo importante entre mujeres jóvenes y votantes progresistas.

Son las elecciones más igualadas de la historia reciente de EEUU

Ambos candidatos han lanzado campañas intensivas en los estados decisivos. Harris ha presentado propuestas económicas destinadas a mejorar la vida de las familias de clase media, enfocándose en ampliar el crédito tributario por hijos y ofreciendo hasta $25,000 en asistencia para el pago inicial de vivienda a compradores primerizos. Estas propuestas buscan atraer a votantes jóvenes y de clase trabajadora, especialmente en ciudades como Detroit, donde su mensaje ha sido reforzado con el apoyo de figuras públicas como el expresidente Barack Obama y su esposa o los artias Beyoncé, Bruce Springsteen o el rapero Eminem.

Por su parte, Trump ha hecho énfasis en temas de seguridad y economía, criticando a su contrincante por su enfoque progresista y acusándola de promover políticas que, según él, pondrían en riesgo la estabilidad del país. En un reciente mitin en Georgia, el expresidente reiteró su promesa de proteger la “seguridad y prosperidad” de Estados Unidos, asegurando que bajo su administración, los empleos y el crecimiento económico volverán a sus niveles previos a la pandemia. Además, Trump ha utilizado las redes sociales para cuestionar la capacidad de Harris para liderar el país, apuntando a lo que califica como una “agenda izquierdista” que podría afectar negativamente a las pequeñas empresas y la economía en general.

Las casas de apuestas dan la victoria a Donald Trump

Otro elemento que añade complejidad a esta contienda son los mercados de predicción, las casas de apuesta donde en los últimos días se ha registrado un aumento en las apuestas a favor de Trump. En plataformas como Polymarket, el apoyo a Trump ha pasado de un 50% a un 61% en apenas dos semanas. Este crecimiento se atribuye en parte a grandes inversores que han apostado cifras millonarias por su victoria, generando un efecto dominó en otros mercados. Aunque estos movimientos no reflejan necesariamente el voto popular, sí ilustran la percepción de una carrera cerrada, donde cada punto de apoyo podría definir el resultado final.

Los candidatos se la juegan en los estados bisagra

Los estados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania se perfilan como decisivos, ya que juntos aportan suficientes votos electorales para definir la victoria de uno u otro candidato. Harris mantiene una leve ventaja en estos territorios, aunque la diferencia es tan pequeña que un cambio en las preferencias de los votantes podría inclinar la balanza en la última semana de campaña. Con apenas días para el cierre, ambas campañas están priorizando los esfuerzos de movilización de votantes y campañas puerta a puerta para asegurar cada voto, conscientes de que la carrera por la Casa Blanca se mantiene abierta y que el margen de error es casi nulo. Estas se han convertido en las elecciones más reñidas de la historia reciente de Estados Unidos.