Caso Archie
Una corte británica rechaza el traslado solicitado por los padres de Archie Battersbee a un hospicio ya que aceleraría la muerte del niño de 12 años.
La familia del pequeño Archie Battersbee sufre un nuevo revés en el caso de su hijo. Después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazase su petición de mantener conectado al niño, una corte británica rechaza el traslado a un hospicio una vez que los médicos retiren los equipos que lo mantienen con vida.
El pequeño Archie iba a ser desconectado por los médicos durante la mañana del jueves. Sin embargo, la incansable lucha de sus padres para mantenerle con vida ha hecho que estos soliciten trasladar al menor de país a pesar de su grave estado de salud. Archie, de tan solo 12 años, lleva en coma cuatro meses tras haber realizado un reto viral deTiktok que consiste en aguantar la respiración hasta desmayarse.
Su madre lo quería en un hospicio "pacífico para poder despedirse". Sin embargo, los médicos aseguran que está demasiado inestable para moverse en ambulancia y el traslado aceleraría el "deterioro prematuro". La madre ha asegurado después de conocer la resolución que "las autoridades han negado todos nuestros deseos como familia". "Estamos rotos, pero seguimos adelante, porque amamos a Archie y nos negamos a renunciar a él", añadió.
Lucha incansable por su hijo Archie
Tres jueces de la Corte de Apelaciones se encuentran considerando la solicitud de la familia para apelar la ultima decisión. La jueza Justice Theis concluyó que Archie, de 12 años, no estaba en condiciones para ser trasladado. La magistrada quiso destacar el "amor incondicional y la dedicación" de la familia del pequeño.
"Espero que ahora Archie pueda tener la oportunidad de morir en circunstancias pacíficas, con la familia que significó tanto para él como claramente él lo es para ellos", agregó la jueza.
Tras meses de intensa lucha por parte de los padres para intentar que no lo desconecten, la Justicia ha rechazado todos los recursos de los padres del menor argumentando que el diagnóstico del menor es una muerte cerebral y concluyó diciendo que continuar ofreciendo apoyo vital al niño es "contrario a sus mejores intereses".