DÜSSELDORF, ALEMANIA
Un inquilino presentó una demanda en Düsseldorf, Alemania, contra su casero, que pretendía embolsarse 1.900 euros de los 3.000 totales que tenía depositados como fianza por los daños ocasionados al suelo de mármol con las salpicaduras al orinar de pie.
La audiencia administrativa de la ciudad ha dictaminado que orinar de pie es un hábito "generalizado" y que, en cambio, los daños que pueda provocar en el suelo son "apenas conocidos".
La sentencia de la cámara afirmó que "a pesar de la creciente domesticación del varón, sigue siendo una costumbre generalizada orinar de pie".
Alguien que "siga haciendo sus necesidades de la manera que antes era la más practicada debe esperar conflictos con el resto de habitantes de la vivienda, especialmente si son mujeres", prosigue la sentencia.
No obstante, eso no significa que deba actuar de otra manera "por consideración hacia el piso del lavabo", por mucho que este sea de mármol.