Puigdemont
Tanto Puigdemont como Comín y Ponsatí disponían de inmunidad de forma provisional.
Magistrados del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) han rechazado la inmunidad parlamentaria para el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y para los otros dos eurodiputados de JxCat, Toni Comín y Clara Ponsatí, que huyeron de España. Se resuelve así el recurso que los líderes independentistas interpusieron en 2021 contra la Eurocámara por retirarles la protección parlamentaria, aceptando el suplicatorio que pidió el Tribunal Supremo español para poderles juzgar algún día en España por el "procés". Puigdemont y sus exconsejeros disponía hasta ahora la inmunidad de forma provisional y solicitaban que fuera permanente.
La Sala Sexta ampliada del alto tribunal europeo se ha pronunciado sobre dos casos que afectan a la inmunidad de los tres independentistas. El primero, por el rechazo del entonces presidente de la Eurocámara a atender la petición de protección de sus inmunidades a través de la eurodiputada de ERC Diana Riba; y el segundo, y más relevante, sobre los suplicatorios. "Se desestima el recurso interpuesto por los Sres. Puigdemont i Casamajó y Comín i Oliveres y por la Sra. Ponsatí i Obiols contra las decisiones del Parlamento Europeo de suspender su inmunidad", ha detallado la Justicia europea.
"El Tribunal General desestima todos los motivos formulados por los tres diputados, en particular sus alegaciones según las cuales el Parlamento incurrió en error al concluir que el referido proceso judicial no se incoó con la intención de dañar la actividad de los diputados", dicta la nota del TGUE. Por tanto, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, podrá reactivar, si lo considera oportuno, la orden de búsqueda y captura europea contra Puigdemont, Comín y Ponsatí.
Tras conocer la noticia Puigdemont ha reaccionado de inmediato: "Nada se acaba, todo lo contrario. Todo sigue. Presentaremos recurso en el TJUE, y defenderemos hasta el final nuestros derechos fundamentales, que son también los derechos fundamentales de los catalanes y los europeos. Con el mismo espíritu del primer día, trabajando por ganar la libertad", ha indicado el expresidente, que a su vez ha reconocido que han trabajado duro "para obtener otra sentencia", pero también estaban "preparando el camino a seguir en caso de que el resultado fuera el que se ha comunicado hoy".
El catalán ha añadido que "hoy la disidencia política está más amenazada en Europa" y que "las minorías políticas que defiendan causas que incomoden a los estados tendrán, si esta sentencia no se revierte, mayores dificultades para ejercer sus derechos".
La sentencia se puede recurrir en un plazo de dos meses ante el propio tribunal. En este caso, el proceso se alargaría unos seis meses más. Las defensas de las dos partes han asegurado que lo harán, mientras que Puigdemont, Comín y Ponsatí ya han pedido la anulación de suplicatorio. Consideran que el Tribunal Supremo español carece de competencias para solicitarlo, ya que en su opinión, quien debe juzgarles es el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Asimismo, han denunciado que el proceso careció de imparcialidad porque el presidente de la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo que estudió el caso es el español Adrián Vázquez, de Ciudadanos. Un partido que, según ellos, ha mostrado "hostilidad" hacia el independentismo.
Por otro lado, Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, también ha reaccionado a la resolución europea: "Nos desestiman ambas demandas, estudiaremos los argumentos del Tribunal General y esto nos obliga a recurrir en casación como hemos hecho en todas las ocasiones anteriores", ha escrito en su cuenta de Twitter.