MEDIANTE UNA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el canciller austríaco, Werner Faymann, coincidieron en que "las vallas no tienen cabida en Europa", tras conocerse la decisión de Austria de recurrir a una valla en su frontera con Eslovenia para controlar la llegada de refugiados.
En una conversación telefónica, Juncker y Faymann "repitieron su posición común de que las vallas no tienen cabida en Europa", indicaron fuentes comunitarias. El Gobierno austríaco había decidido recurrir a una valla en su frontera con Eslovenia para controlar la llegada de refugiados, aunque insistió en que esta medida no supone bloquear el paso ni tiene nada que ver con el cierre fronterizo aplicado por la vecina Hungría.
En su conversación, Juncker y Faymann acordaron que la "rápida implementación de todas las decisiones" resultantes de la minicumbre de líderes comunitarios de los países más afectados por la oleada de refugiados y de los Balcanes celebrada el pasado domingo es necesaria para "evitar una tragedia humana" en esa región.
En particular, se refirieron al compromiso de los países de los Balcanes occidentales de impulsar capacidades para acoger a 50.000 personas en esa ruta. Juncker llamó a Faymann para "trabajar estrechamente" junto a la Comisión Europea y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), a fin de garantizar que se cumpla "lo antes posible" el objetivo de acoger a esas 50.000 personas, "incluyendo por medio de una contribución austríaca", dijeron las fuentes.
Ambos convinieron que es "esencial" que los líderes se mantengan "en permanente contacto", así como los puntos de contacto a nivel nacional designados, que participarán mañana en una videoconferencia organizada por la CE a fin de "evaluar los progresos realizados".
El pasado 15 de septiembre la Comisión recibió una notificación de las autoridades austríacas en las que informaban de la reintroducción de controles fronterizos desde el día 16 por un periodo de diez días, recordaron las fuentes.
El 15 de octubre el Gobierno austríaco notificó a la CE su decisión de prolongar esos controles durante otros 20 días, algo que está permitido en el código del espacio europeo sin fronteras Schengen como medida extraordinaria.
La Comisión opinó el pasado 23 de octubre que la reintroducción de esos controles en las fronteras interiores de Austria, así como sus prolongaciones subsiguientes, cumplen con el código Schengen.