Independencia catalana
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha avisado a Cataluña de que la independencia de un territorio de un Estado miembro tendría consecuencias en sus relaciones con la Unión Europea.
"En cuanto a ciertos escenarios, como la separación de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo Estado, esto no sería neutral con respecto a los Tratados de la UE", ha escrito Juncker en una breve respuesta escrita a la eurodiputada independiente Beatriz Becerra.
En una pregunta dirigida a Juncker y a los presidentes del Consejo, Donald Tusk, y del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, Becerra reclama a los tres políticos que "afronten con claridad y sin que quede lugar a dudas un problema político europeo".
En su mensaje a los líderes europeos la eurodiputada alerta de que "muchos" catalanes creen que una Cataluña independiente sería "automáticamente miembro de pleno derecho" de la UE y lamenta que las declaraciones de la UE hasta el momento no hayan sido "todo lo claras" que debieran.
"La Comisión recuerda que el proceso para la adhesión de Estados a la Unión Europea debe estar plenamente en línea con las reglas y procedimientos previstos por los Tratados", replica Juncker en su respuesta formal a la eurodiputada, sin entrar en más detalles.
Por lo demás, Juncker evita entrar en la cuestión de fondo ni posicionarse sobre el proceso independentista y la convocatoria del referéndum del 1 de octubre, ya que "no es el papel" de Bruselas "expresar su posición" sobre cuestiones del orden constitucional interno de los Estados miembros.
Por ello, el jefe del Ejecutivo comunitario se remite a la línea que mantiene la institución desde 2004 cuando el italiano Romano Prodi era el presidente y que recalca que la independencia de un territorio de un Estado miembro implicaría la salida automática de este territorio de la Unión Europea.
"Cuando una parte del territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado, por ejemplo porque se convierte en un Estado independiente, los tratados dejarán de aplicarse a este Estado. En otras palabras, una nueva región independiente, por el hecho de su independencia, se convertirá en un tercer Estado en relación a la Unión y, desde el día de su independencia, los tratados ya no serán de aplicación en su territorio", resume la 'doctrina Prodi' de 2004.