Vista interior de una de las habitaciones principales | Caters News Agency
Vista interior de una de las habitaciones | Caters News Agency
Vista de la cafetería | Caters News Agency
Vista exterior del avión | Caters News Agency
Vista exterior del avión | Caters News Agency
Vista de una de las habitaciones individuales | Caters News Agency
Vista de una de las habitaciones individuales | Caters News Agency
Vista de una de las habitaciones | Caters News Agency
Vista exterior del avión | Caters News Agency
Algunas partes del avión todavía permanecen intactas | Caters News Agency
Algunas partes del avión todavía permanecen intactas | Caters News Agency

ESTOCOLMO I LA NOCHE CUESTA ENTRE 50 Y 200 EUROS

Un Jumbo 747 es convertido en un hostal en el aeropuerto de Arlanda

¿Le apetece pasar una noche de altos vueltos pero le aterroriza estar a una gran distancia del suelo? Ahora tiene la oportunidad de dormir en un Boeing 747 reconvertido en un hostal en medio del aeropuerto sueco. Un empresario hotelero ha reconvertido el uso de la aeronave como parte de la expansión de su negocio.

Los amantes de la aviación y los asiduos a los aeropuertos están de enhorabuena. Ahora pueden dormir y descansar en un Jumbo 747. Esta aeronave ha sido reconvertida en un hostal después de que quebrase, en 2006, la aerolínea poseedora del Boeing.

Las 27 habitaciones con las que cuenta este particular hospedaje convierten al avión en una verdadera atracción del aeropuerto de Arlanda, cerca de Estocolmo. El hostal se encuentra allí instalado permanentemente, con lo que se convierte en un recurso muy útil para los pasarejos y no solo para los curiosos.

Todas las habitaciones disponen de Wi-Fi y de TV con pantalla plana y aseo. Además, el hostal cuenta con una suite situada en la cabina del Jumbo y con vistas panorámicas a las instalaciones del aeropuerto. Los precios por noche se sitúan entre los 50 hasta los 200 euros.

El avión también puede ser utilizado para conferencias. De hecho, mantiene una parte intacta con las típicas butacas de un avión comercial. Está abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Quizá pueda ser una primera, simpática y buena toma de contacto para aquellos a los que les horroricen los aviones y volar, aunque sin despegarse del suelo.

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