acepta los argumentos de la fiscalía
Un juez malasio ha aceptado los argumentos de la fiscalía que imputa cargos de asesinato a las dos acusadas por la muerte de Kim Jong-nam, el hermanastro del líder norcoreano, el año pasado en el aeropuerto de Kuala Lumpur. La vietnamita Doan Thi Huong y la indonesia Siti Aisyah, que frotaron el rostro de Kim con un potente agente tóxico, afrontan la pena capital en caso de ser halladas culpables del suceso que Corea del Sur atribuyó a agentes norcoreanos.
El fallo hace que el proceso continúe con la presentación de los argumentos de la defensa de las dos mujeres, que en el inicio del juicio aseguraron que creían que participaban en una broma para un programa de televisión. El juez Azmi Bin Ariffin descartó que el suceso fuera una broma y consideró "creíbles" las pruebas presentadas por la fiscalía, que sostuvo que las dos mujeres sabían lo que hacían y estaban entrenadas para cometer el asesinato.
"La fiscalía ha presentado una caso 'prima facie' contra las personas acusadas y por lo tanto debo llamarlas a presentar su defensa sobre los respectivos cargos", dijo el magistrado que no fijó una fecha para la intervención de la defensa. Además de las dos mujeres, la Policía malasia también identificó a cuatro norcoreanos en paradero desconocido (Ri Ji-hyon, Hong Song-hac, O Jong-gil y Ri Jae-nam) como los organizadores del asesinato.
Según la investigación policial, estos fueron quienes contrataron a las acusadas, aunque ante ellas se presentaron con otras nacionalidades y otros nombres.
Kim Jong-nam murió el 13 de febrero de 2017 media hora después del asalto en la terminal de salidas internacionales del aeropuerto de Kuala Lumpur cuando iba a tomar un vuelo a Macao. Expertos del departamento químico malasio identificaron el veneno utilizado como el agente nervioso VX, un líquido oleoso incoloro y sin olor considerado por Naciones Unidas como arma de destrucción masiva.
Kim Jong-nam, hermano por parte de padre de Kim Jong-un, estuvo considerado en su día el favorito a heredar la jefatura del régimen norcoreano, pero cayó en desgracia en 2001 y vivió los últimos años en el exilio.